lunes, 25 de octubre de 2010

"Siendo un solo cuerpo, y un solo Espíritu, así como fuiste llamados a una misma esperanza de vuestra vocación".

San Francisco de Asís con relación a las vocaciones que se unían a su grupo de "hombres evangélicos". Su criterio básico, inspirado en el Evangelio, que adoptó durante toda su vida, fue el de recibir a los que venían a él impulsados por la misma vocación, eliminando todo tipo de discriminaciones debido a la condición social, cultural, o eclesiástica del candidato, extendida en aquel tiempo.



En resumen, la única condición fundamental que consideraba y retenía indispensable para la admisión a la fraternidad era la "Conversión". Cada candidato debía ser moralmente un convertido, movido, "por divina inspiración", a emprender el tenor de vida evangélica asumida por él y capaz de una total negación así mismo, sobre todo mediante la prueba de la obediencia, del servicio a los leprosos y de la renuncia total a los propios bienes, las ganancias de cuya venta debía distribuirse entre los pobres.




"Quería unir a grandes y pequeños, atar con afecto de hermanos a sabios y simples, conglutinar con la ligadura del amor a los que estaban distanciados entre sí".



LLAMADO APOSTÓLICO







San Francisco de Asís, quiso que todos sus hermanos fuesen hombres apostólicos, pero no que todos se dedicasen - y siempre - aún ministerio específicamente y directamente pastoral. El primer y más válido apostolado, según él, debía ser la vida "con el ejemplo más que con las palabras", según su dicho: Todos los hermanos prediquen con las obras".

A este respecto es significativo que, en el capítulo de la Regla sobre los predicadores, San Francisco de Asís ruega a "todos sus hermanos, predicadores, orantes, trabajadores, tanto clérigos como laicos, que procuren humillarse en todo, no gloriarse ni gozarse en sí mismos, ni exaltarse interiormente de las palabras y obras buenas; más aún, de ningún bien que Dios hace o dice, y obra alguna vez en ellos y por ellos".

"Consideramos, hermanos queridos, nuestra vocación, a la cual por su misericordia nos ha llamado el Señor, no tanto por nuestra salvación cuanto por la salvación de muchos otros, a fin de que vayamos por el mundo exhortando a los hombres más con el ejemplo que con las palabras, para moverlos a hacer penitencia de sus pecados y para que recuerden los mandamientos de Dios". (TC. 36: FF 1440).






ESPÍRITUALIDAD










Nuestra espiritualidad esta marcada por el carisma de San Francisco de Asís. EN el mismo, Evangelio tiene lugar de prioridad según las palabras el mismo Francisco:... ”Después que el Señor me dio hermanos, el altísimo me revelo que debía vivir según el Santo Evangelio”...




En el centro de este camino esta la persona de Jesús pobre, humilde y crucificado que cautivó al Hermano de Asís en los misterios de la Encarnación, Pasión, Muerte y Resurrección y a quien encontraba siempre presente en el Misterio de la eucaristía. La primacía el Evangelio pone como nota destacada el privilegio del amor sobre el temor.



El amor de Dios abre el encuentro del hombre y del mundo y marca la característica más distintiva de la convivencia franciscana: La Fraternidad.



La espiritualidad franciscana es Cristocentrica y mariana. Exhorta a seguir la sencillez y la alegría espiritual, orienta su ayuda especialmente a los mas pobres, defiende el valor de la vida fomenta el amor hacia la creación visible que encierra la imagen de Dios.
Sus pilares fundamentales son la caridad, la oración y considera el apostolado como fruto de ellas.



Los valores franciscanos en la vida se ven plasmados en cuatro ideales principales vividos intensamente por Francisco de Asís, por cuantos se sienten llamados por el Señor a seguir su camino. Ellos son: fraternidad, minoridad, eclesialidad, apostolicidad.









“La cosecha es mucha y pocos los obreros... Echen una mirada y vean como la cosecha ya amarillea y no hay quien la recoja...”

Rueguen al dueño de los campos que mande obreros a cosechar...”

(Mateo 9, 13 y 38 y Juan 4, 35)








PROMOCIÓN VOCACIONAL

El Señor llama a quien quiere (Mc. 3, 12 - 9); llama a la hora que quiere (Mt. 20, 1 - 16); encuentra a una hora fija a quien lo quiera conocer (Jn. 1, 39). A todos, no importa la hora, los invita a trabajar a su viña (Mt. 20, 1 - 16). A todos les paga el mismo salario (Mt. 20, 1 - 16).







solo sabras lo que quiees despues de hacer tu eleccion

PAZ Y BIEN

COMUNIDAD MISIONERA FRANCISCANA AUTÓNOMA





GOBIERNO ECLESIÁSTICO




Toda organización humana, Eclesiástica y aún más de una Comunidad Religiosa que nace de principios cristianos y católicos de acuerdo al Derecho Universal tienen sus normas y estructuras para un recto y justo funcionamiento.





El Gobierno Eclesiástico de la Comunidad Misionera Franciscana Autónoma está regido por el Obispo Apóstol quien a su vez es el Ministro Provincial, de toda la Comunidad Franciscana en todo el territorio Nacional y en el Exterior.



Cuenta con un Obispo Coadjutor, quien conserva casi las mismas características del Obispo Auxiliar salvo que, el prelado que goza de esta dignidad, tiene derecho a sucesión a la sede episcopal cuando esta queda vacante.

En las comunidades locales son regidas por un Coordinador Local. Estas comunidades están agrupadas en regiones bajo la autoridad de un Superior Regional, asistido por su Consejo o junta directiva.

El gobierno en la Comunidad se entiende como la animación y coordinación que ejercen algunos miembros delegados o nombrados por los mismos miembros para que haya un justo y recto orden en la vida comunitaria y en el cumplimiento del carisma fundacional.



El consejo evangélico de la obediencia no se opone a la dignidad de la persona humana; por el contrario, cuando la persona verdaderamente se ofrece a Dios, aún en su propia voluntad, la obediencia lo dignifica y lo hace libre para realizarse plenamente.

lunes, 16 de agosto de 2010

En busca de un sueño

Queridos hermanos,
hoy más que en otros tiempos se escucha hablar de la emigración a los estados unidos. Miramos en las noticias de cuantas personas mueren en las fronteras intentando cruzar. En busca del sueño americano, para aquellos que lo logran es una gran felicidad estar ya con sus familiares, dejando atrás una vida de pobreza y marginación.
Pero el sueño americano no es lo único que nos debería interesar. En estos tiempos encontramos con una gran emigración de fe. Cuando llegamos a otros países y dejamos atrás a los amigos y parientes, también dejamos algo importante NUESTRA FE, al empezar una nueva vida dejamos atrás algunas cosas y empezamos a adoptar otras, entre ellas nuestras creencias. Algunas de las personas hasta dejan de creer en Dios.
P ero Dios jamás nos abandonara el a prometido estar con nosotros hasta el fin del mundo:
28:19 Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
28:20 y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo". Mateo. 28, 19- 20

Debemos estar unidos a el como el esta unido al padre

Recordemos que nosotros debemos emigrar a otro lugar, a un lugar hermoso donde estaremos en la presencia de Nuestro señor Jesucristo 13 Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. Y pasaron a un lugar ese lugar es el cielo. Apocalipsis.20, 13

Pero también existe otro lugar ese país es el infierno donde el Demonio espera a esas personas que no quisieron atender el llamado de Dios.
Por eso Dios te llama hoy y te invita al arrepentimiento:

oración de fe

PADRE CELESTIAL, yo vengo ante ti a alabarte, venerar te, adorarte. Gracias por enviar a Tu Hijo JESÚS a darme vida, a perdonarme, y a darme un lugar en Tu familia. Gracias por enviar al ESPÍRITU SANTO para guiarme y darme autoridad en mi vida diaria. PADRE CELESTIAL, abre mis ojos para que yo pueda ver Tu grandeza, Tu majestad y Tu victoria obrar para mi beneficio.
Yo me coloco ahora bajo la cruz de JESUCRISTO y me cubro con la Preciosa Sangre de JESÚS. Yo me rodeo de la luz de CRISTO y digo que en el nombre de JESÚS nada interfiera con la obra que el SEÑOR ha realizado en mi vida.
Yo "Me pongo la armadura de DIOS para poder resistir las maniobras del diablo". Yo me mantengo firme y "tomo la verdad como cinturón y la justicia como coraza…" Yo llevo el "escudo de la fe y así podré atajar las flechas incendiarias del demonio…" Yo acepto "el caso de la salvación de DIOS y la espada del ESPÍRITU, o sea la palabra de DIOS" (Efesios 6:10, 11, 4, 16, 17).
Padre Celestial, por favor, trae a mi mente a una persona a la cual yo necesito perdonar, y también revélame cualquier área de pecado en mi vida que este sin confesar. Muéstrame aspectos de mi vida que no te son gratos a Ti, que le darían apoyo a Satanás. Yo desato cualquier falta de perdón, yo desato el pecado, yo desato todas las formas en que Satanás ha tenido influencia en mi vida. PADRE CELESTIAL, yo te pido perdón para mi mismo, perdón para mis parientes, mis antepasados y para mis amigos, también te pido perdón por cualquier llamada guiada por poderes que los ponga a ellos en oposición a JESUCRISTO. Cualquier territorio que se le haya entregado a Satanás, yo lo reclamo ahora, y lo coloco bajo el Liderazgo de JESUCRISTO, Gracias ESPÍRITU SANTO por conducirme y guiarme a la plenitud de la vida.
En el nombre de JESUCRISTO yo ato ahora a todos los espíritus del aire, el agua, la tierra, lo subterráneo y los de otro mundo. Yo ato a todos los enviados del centro de operaciones satánico y reclamo la Sangre de JESÚS para el aire, la atmósfera, el agua, la tierra y sus frutos a nuestro alrededor, lo subterráneo y lo de otro mundo.
En el nombre de JESÚS yo le prohibió a cada enemigo que se comunique uno con otro, o que se ayude uno a otro en cualquier forma; también le prohibió que se comunique conmigo; o que reciba ayuda de cualquier origen. Gracias, PADRE CELESTIAL, por liberarme. Yo te alabo, yo Te bendigo, yo Te adoro. Gracias por la sabiduría y la luz del ESPÍRITU SANTO.
Gracias por permitir que yo a través del ESPÍRITU SANTO, pudiera ser agresivo contra las obras del enemigo. Gracias por Tu esperanza, la cual acaba con el desaliento, gracias por el progreso de la victoria. "….en todo esto triunfa remos por la fuerza del que nos amo." (Romanos 8:37)
En el Santo Nombre Bendito de Jesús. Amen



Si el ladrón obtuvo la gracia del paraíso, ¿por qué el cristiano no ha de obtener el perdón?
San Máximo de Turín
Sermón 53




No dudéis del perdón, pues, por grandes que sean vuestras culpas, la magnitud de su misericordia perdonará, sin duda, la enormidad de vuestros muchos pecados
San Jerónimo
Coment. Sobre el profeta Joel

Dios no se escandaliza de los hombres. Dios no se cansa de nuestras infidelidades. Nuestro Padre del Cielo perdona cualquier ofensa, cuando el hijo vuelve de nuevo a El, cuando se arrepiente y pide perdón
Beato José Mª Escrivá de Balaguer



Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
Luc 9:23


El que no toma su cruz y sigue en pos de mí no es digno de mí.
Mat 10:38
Usted sigue a Jesús al escuchar su palabra en su corazón, oírlo a Él, y obedecerle.

miércoles, 17 de marzo de 2010

TESTIMONIO DE AGRADECIMIENTO


Paz y gracias de parte de nuestro Señor Jesucristo sumo y eterno sacerdote y Salvador nuestro. Este es un testimonio de una hermana en Cristo de los Ángeles California,
Dios siempre está con nosotros.


Hola: mi nombre es María de casillas yo radico en california, estados unidos, Soy madre de 4 hijos 3 varones y 1 niña. Yo tengo tiempo de conocer a la iglesia católica vetero (viejos católicos) y al el padre Víctor Ramón Mendoza F. de la iglesia Misioneros Franciscanos , platicando con él. Comentábamos que tenía un problema, y él me decía que me encomendara a santa Marta que ella fue una mujer virtuosa dedicada a Dios. Yo desesperada empecé a pedirle que intercediera por mi ante JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR. Ahora estoy agradecida por el milagro recibido, yo creo en Jesucristo como mi único salvador pero también creo que por la intercesión de los santos llegaremos al cielo.
Gracias a Dios y al Padre Víctor Ramón por escuchar mis peticiones y que siempre esta orando por mi familia. Que el señor les Bendiga siempre.


MARIA DE JESUS DE CASILLAS.





ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
Acto de contrición. Dios mío, Padre celestial, me pesa de todo corazón de haberos ofendido y os pido perdón de mis pecados porque con ellos merecí las penas del infierno, renové la pasión dolorosísima de Jesucristo, mi Redentor, y sobre todo por haber con ellos ofendido a Vos que sois bondad infinita; propongo con el auxilio de vuestra gracia jamás ofenderos y evitar todo cuanto pueda desagradaros. Os lo pido por los méritos de mi Señor Jesucristo que con Vos vive y reina con el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Así sea.
Invocación. Prodigiosa virgen Santa Marta, acudo a ti en demanda de ayuda y protección. Por tu solicitud y fervor en el servicio del divino Maestro Jesús, te ruego intercedas por mi y me obtengas de su amantísimo Corazón la gracia que fervorosamente te pido y que espero no será óbice para mi bien espiritual y eterno.
(Hágase la petición)

Santa Marta gloriosa, que, llena de humildad, hiciste saber a Jesús, en unión con tu santa hermana María Magdalena la enfermedad de Lázaro vuestro hermano, con este mensaje: "Señor, mira que aquel que tu amas esta enfermo"; infunde en mi alma sentimientos de humildad y de filial confianza en la Providencia de Dios, para que merezca como tu la gracia que por tu mediación solicito.
Jaculatoria: Señor, por el amoroso hospedaje que siempre hallaste en Betania, en casa de los santos hermanos Lázaro, Marta y María Magdalena, oye mi petición y concédeme la gracia que te pido. ¡Jesús dulcísimo oyeme!
Tres Avemarías al Inmaculado Corazón de María intercaladas con la jaculatoria:

V./ Dulce Corazón de María.

R./ Sed mi salvación.

DÍA SEGUNDO

Santa Marta gloriosa, que con tus palabras llenas de fe y esperanza en el poder de Jesús, ausente en la muerte de tu hermano Lázaro: "Señor, si hubieses estado aquí no hubiera muerto mi hermano", conmoviste el corazón del divino Maestro, y oíste de sus labios aquella promesa: "Tu hermano resucitará", obtén para mi esta fe ciega en el poder de Dios y esta confianza en su bondad infinita, que me hagan merecedor de la gracia que por tus ruegos solicito.
Jaculatoria: Señor, por la gratitud de tu Corazón divino a los caritativos moradores de la casa de Betania, Lázaro, Marta y María Magdalena, oye mi petición y concédeme la gracia que te pido. ¡Jesús dulcísimo óyeme!
Tres Avemarías al Inmaculado Corazón de María intercaladas con la jaculatoria:

V./ Dulce Corazón de María.

R./ Sed mi salvación.



DÍA TERCERO
.
Santa Marta gloriosa, que oíste de labios de Jesús aquellas palabras: "Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en mí, aunque hubiere muerto vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mi no morirá para siempre. ¿Crees tu esto?", y tu llena de fe y perseverando en tu petición, le respondiste: "Oh, Señor, si que lo creo, y que tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo que has venido a este mundo"; alcánzame del divino Maestro fervor y constancia en mi oración, para así merecer la gracia que solicito.
Jaculatoria: Señor, por tus lagrimas de compasión derramadas en Betania ante el sepulcro de Lázaro y por el milagro de su resurrección, obrado por ti como respuesta a las súplicas de sus santas hermanas Marta y María Magdalena, concédeme la gracia que te pido. ¡Jesús dulcísimo, óyeme!
Tres Avemarías al Inmaculado Corazón de María intercaladas con la jaculatoria:

V./ Dulce Corazón de María.

R./ Sed mi salvación.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Fervorosa discípula de Jesús, amable Santa Marta, cuya afanosa solicitud en el servicio del Maestro Divino fue motivo para que oyeras de sus labios aquellas memorables palabras: "Marta, Marta, tu te afanas y acongojas distraída en muchísimas cosas, y a la verdad que una sola cosa es necesaria, que es la salvación eterna"; haz, dulce protectora mía, que al buscar el remedio de mis necesidades temporales y al atender al cumplimiento de las obligaciones de mi estado, jamás me olvide que soy un viajero de paso por la tierra y en camino hacia la eternidad, y que por tanto una sola cosa me es absolutamente necesaria, el obtener mi eterna salvación.
Oh dichosos hermanos, Lázaro, Marta y María Magdalena, rogad por nosotros y haced que los que os invocamos y nuestras familias tengamos la dicha de reunirnos en el cielo como vosotros para gozar para siempre de la gloria de Dios.
Oh Santa Marta, por la señal de la Cruz que sostienes con tu diestra y por cuya virtud venciste al dragón infernal que tienes humillado a tus pies, ayúdanos a vencer las tentaciones y dificultades en esta vida, llevando con fidelidad la cruz de nuestro estado, hasta conseguir como tu la victoria final sobre el enemigo de nuestras almas. Así sea.